martes, 1 de marzo de 2011

Por las calles de Medellín

Caminar por Medellín a veces se torna pesado y estresante. Los edificios están donde quiera que se mire, los árboles y los pájaros parecen haber emigrado. Ahora, las calles están inundadas de carros, buses y motos, que con su ruido y su humo hacen que el ambiente se torne de un color gris.

Transitando por diferentes caminos no hay mucha diferencia en los recorridos, lo único que cambia son los rostros de las personas y las fachadas de las casas. Son las 5:30 de la tarde, la gente empieza a salir de sus oficinas, la jornada laboral  termina y  las calles comienzan a verse más ocupadas por esas máquinas que llegan rápido a cualquier lugar.

El bullicio cobra vida a esta hora del día, las imprudencias de los conductores y de algunos transeúntes no dan espera, parece que todos tuvieran afán por  llegar a algún sitio en especial; su manera de conduir y cruzar las calles los delata.  

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